Ante una importante concurrencia de público se realizó el acto en el cual se impuso el nombre de Monseñor Juan Carlos Di Filippo al Centro de Salud del barrio Escuela 8. Con la conducción de Marta Rango, muchos amigos y seguidores del Padre De Filippo que se acercaron hasta el lugar a rendirle tributo al hombre que vivió por más de 25 años en la ciudad y dejó su legado de amor que trascendió a la iglesia misma.A partir de este sábado, el Centro de Salud tiene una placa en su ingreso que recuerda su obra, y un enorme roble con su nombre tallado en la parte superior.
El padre Adolfo Larragain fue el encargado de bendecir la placa al tiempo que recordó al padre De Filippo como su amigo. En el encuentro, que tuvo la presencia del intendente Daniel Vissani, hicieron uso de la palabra la presidenta del Concejo Deliberante Georgina D´annunzio, quien hizo un agradecimiento al Padre por su obra de bien, explicó como se elaboró la ordenanza y enfatizó que este es un justo homenaje por la obra que dejaba para la comunidad.Rafael Limardo también pronunció palabras muy sentidas y cargadas de emoción, y lo recordó como un amigo entrañable. También lo recordaron Gladis Massa, con un recorrido cronológico de su vida, y Elsa Balbuena, con un poema en su memoria.
También el director del Hospital, José Martínez, hizo uso de la palabra y recordó que la construcción del Centro de Salud está vinculado al Padre, ya que fue él quien gestionó el terreno para su construcción.
“Cuando la Municipalidad tomo la decisión de construir una unidad sanitaria y comenzar a descentralizar la salud, nos encontramos con el impedimento de que no teníamos terreno donde hacerlo, y ahí fue cuando el padre nos cedió este espacio, que pertenecía a la capilla; gracias a este gesto pudimos lograr estar más cerca de la gente en este querido barrio”, dijo Martínez.“Los gestos de amor que ha tenido con nosotros no lo vamos a olvidar nunca, por eso creo que siempre estará presente en nuestra memoria y este homenaje es un ejemplo de ello”, agregó.
Luego se descubrió una pintura realizada por Néstor Yannicari en el la sala de ingreso del establecimiento, y en el cierre, el cantautor Ulises Lasa interpretó una canción creada exclusivamente para él.
En el final, hubo suelta de palomas y la presencia de varios jinetes, que siguieron el acto en un profundo silencio desde los caballos, el otro gran amor del padre Juan Carlos. Todo concluyó en una misa en la Capilla contigua a la unidad sanitaria, oficiada por el padre Adolfo Larragain, donde se dirigieron todas las personas que acompañaron el acto.
