Mientras recibia salutaciones con motivo del día del periodista, me puse a pensar que desde la época de José Luis Cabezas no escribia unas lineas acerca de la labor que me toca desempeñar.Quizas el tiempo transcurrido desde la muerte de José Luis, quizas la controversia mediática acerca de periodismo militante... vaya uno a saber que clase de cosas se articulan dentro de uno para repensar la realidad que circula cotidianamente a traves de los medios y de quienes operan en ellos.
"Es grave que el flamante presidente de Télam, Martín García (...) crea que esa agencia estatal de noticias deba ser un apéndice del peronismo o, acaso, una unidad básica" lei en algun momento.
La frase en manos de "La Nación" sonaba macartista, aunque su fondo no estaba exento de realidad y sirvió inmediatamente para disparar algunas ideas acerca de lo que el propio Martin Garcia colocó abiertamente en debate social: el periodismo militante.
La discusión quedó abierta acerca de quienes creen en un embanderamiento politico - partidario, a quienes creen que deben ejercer su labor profesional por un lado y su postura partidaria por otro.
Claro que cada suceso mediatico es politico. La diferencia radica entre quienes describen los hechos de la realidad visualizados univocamente bajo un solo proyecto politico colectivo o quienes lo tamizan bajo sus propias convicciones personales y profesionales, priorizando su honestidad intelectual por sobre su objetivo poltico - partidario.
El militante ejerce su caracter como tal en un club, en su nucleamiento partidario, en una cooperadora, en la mesa familiar o en un medio de comunicación. Su objetivo es llevar su verdad revelada a todos los ámbitos para jugar los intereses de ese proyecto en el lugar donde le toque. Desde ese punto de vista es un sujeto ajeno a cada lugar, al cual entra y sale segun las necesidades propagandisticas del proyecto.
Una cosa es reconocer la no objetividad abstracta del periodismo y otra muy distina es abdicar en el empeño diario de transitar ese utopico camino por acercase a dicha objetividad, a traves de herramientas tales como la pluralidad o la ecuanimidad.
Comienza por entenderse que la noticia esta hecha por un sujeto y que consecuentemente nunca puede ser objetiva. De alli a la resignación de la honestidad intelectual en la construcción de lo que Umberto Eco denomina "el suceso", existe un solo paso en el que todo está legitimado.
El ejemplo que por estos días se reivindica y que es la matriz del periodista militante, está dada en los '70 con Rodolfo Walsh. Jefe de inteligencia de Montoneros y autor intelectual, del operativo "Traviata" con el que esa organización asesinó a José Ignacio Rucci; Walsh fue el arquetipo del militante que es funcional a un proyecto, sea con las armas, con la escritura o con lo que fuera apropiado segun el momento histórico que le tocase vivir. Podria decirse entonces que el militante es un todo terreno que puede comenzar en la facultad, pasando por la barra brava de un club hasta terminar en el periodismo, si su "puesto de lucha" fuese alli necesario.
Desde el exterminio del militante por parte de la dictadura o el omnipresente mundo económico de los 90' donde el mercado aniquiló a los partidos politicos y su militancia, pasamos a una vuelta a los '70 donde la polarización militante debe llegar a todos los campos de la vida diaria, incluido el periodismo.
En aquella antinomia creada por el peronismo en los '70, entre la Triple A de "lopecito" y la "Orga" que lideraba Montoneros, existia una inmensa gama de matices de quienes no querian vivir maniqueamente manejados por los extremos iluminados de la sociedad. Aun es asi. Quienes no fuimos, ni somos, ni seremos mas que militantes de la vida, queremos que nos dejen ejercer en paz, y sin prepotencias, nuestra profesión.
No soy Neustadt ni Walsh. No soy la "corpo" de Clarin ni me gusta que el mismo gobierno que "andaba de novio" con dicho grupo, venga hoy a explicarme de que va la cosa en los medios y a darme las razones por las que tengo que ponerme invariablemente de su lado. No tengo ganas de enfrentarme a los enemigos que los amigos de la controversia diaria me plantean. Del lado que fueren...
Quienes creemos en el periodismo como un hecho profesional queremos seguir haciendo simplemente periodismo, no siendo cruzados en una conferencia de prensa por "okupas" de los grabadores que 5 minutos antes dejaron la pancarta afuera.
Y es complicado, pero mientras la adrenalina de las convicciones internas siga fluyendo hay militantes del periodismo para rato. Tengalo por seguro, que en eso estamos y en ello seguiremos...
José Luis Roché
